Esta pregunta es frecuente: ¿puede una persona con movilidad reducida (o PMR), ya sea en silla de ruedas, con andador, muletas o bastón, desplazarse con seguridad por el césped artificial? La respuesta es inequívoca. ¡Sí! Puede.
Uno de los principales problemas cuando se utiliza una silla de ruedas, un rollator o un andador es el acceso seguro a la zona deseada. Si estás atento, puedes comprobar a diario que hay bordillos demasiado altos, gravilla que bloquea las ruedas de los dispositivos de ayuda a la movilidad, pero también jardines con superficies irregulares, llenos de asperezas. Los baches, los agujeros, el barro, la dificultad para ver el suelo bajo la hierba, a menudo cubierta de maleza… todo ello aumenta el riesgo de caídas. De hecho, en el día a día, salir para una persona discapacitada es como ir de expedición en un entorno no adaptado.
La ventaja del césped artificial es que tiene una superficie uniforme, lisa y plana. Colocar césped artificial no es el primer paso. Antes de nada, hay que preparar el terreno: desherbarlo, eliminar todas las raíces y piedras y nivelarlo con arena caliza compactada. A partir de ese momento, su casa estará segura, tanto por dentro como por fuera. Las personas con movilidad reducida tienen su comodidad e independencia garantizadas y su vida cotidiana simplificada.
El césped artificial es un revestimiento permeable. Permite el paso del agua. Los charcos y los charcos de barro serán un recuerdo lejano. Las personas con movilidad reducida pueden desplazarse por el césped artificial en cualquier época del año. Pueden salir de forma independiente y segura, sin riesgo de patinar, resbalar o caerse.
De hecho, esta permeabilidad es posible gracias a una capa de drenaje instalada previamente cuando se prepara el terreno. Además, todas las capas instaladas durante esta preparación reducen el riesgo de lesiones en caso de caída.
Tener movilidad reducida no significa que no puedas utilizar el césped artificial en casa. Requiere muy poco mantenimiento. No necesita siega, riego ni tratamiento. Adoptar césped artificial significa que todo el mundo puede disfrutar de un jardín bien cuidado y de un entorno natural, ya sea en silla de ruedas, con andador, rollator o muletas.
Esta ganancia de tiempo y eficacia puede ser un factor clave en la elección de los centros sanitarios. Tanto si sus pacientes son discapacitados, tienen una pérdida temporal de movilidad o utilizan silla de ruedas, andador o rollator, pueden disfrutar del aire libre con seguridad e independencia.
Para que su jardín sea más accesible, opte por un césped artificial cuyas láminas no superen los 35 mm. Esto también garantizará que el suelo sea resistente a las sillas de ruedas y otros dispositivos de ayuda a la movilidad.
Sin embargo, si el césped artificial se coloca en una terraza o balcón, es decir, sobre un suelo con losa (hormigón, baldosas… da igual), la altura de las cuchillas es menos importante. El césped no sólo está pegado a la losa, sino que ya es estable y resistente. Sin embargo, esta resistencia no hace que el césped artificial sea menos suave.
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